La Catedral

Descripción

La Catedral supone un punto de inflexión a tener en cuenta, esta obra inicia un conceptualismo inmanente que pretende dotar de sentido a unos objetos que por si solos, presentados de forma aislada, carecerían de el. Este sentido, este componente de significación, asigna un juego de relaciones especiales a los objetos que forman parte de la composición.

En la ilustración podemos ver un edificio repleto de figuras que lo rodean e interactúan con el. Si prestamos atención veremos que la fachada del Templo se divide en tres ejes verticales -el central y las dos torres laterales-. Las torres son la imagen de la dualidad, del bien y del mal, pero también de la vida y de la muerte. Pero el elemento importante aparece en el centro, en el punto neurálgico de la composición: es el cerebro, imagen del intelecto, que reposa en equilibrio y armonía entre dos fuerzas opuestas.

El Templo es una representación del mundo en el que habitan y se desarrollan criaturas de todo tipo, caracterizada por una dualidad radical y un mentalismo que invita a la unidad a través de la conciencia.

La Catedral es un ejemplo de obra ‘orgánica‘ con un importante componente conceptual que ayuda a ordenar y a dotar de sentido la composición. Ahora bien, dejando a un lado las estructuras simbólicas, considero que La Catedral no efectúa aún el salto hacia la Transfiguración. Contiene demasiados elementos que se pueden suprimir o sustituir por otros y esto no modificaría la obra en lo más mínimo.

Detalles de la Obra